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Un poco de negocios, liderazgo y finanzas
Un poco de negocios, liderazgo y finanzas
Transformación empresarial
Cuando hablamos de “estrategia” pensamos frecuentemente en retiros de tres días donde los directores determinan el destino de la empresa para los próximos 5 ó 10 años. Se tienen en mente proyecciones, presupuestos, etc.
Para una PyME esto suele ser impráctico, pues apenas está encontrando su identidad y su diferenciador en el mercado.
Por eso es mejor pensar en movimientos estratégicos: acciones que tienen un alto impacto en el corto plazo en la productividad de la empresa.
Uno de los movimientos que rápidamente podemos utilizar son los techos de complejidad.
Hay que entender la complejidad como una falta de pericia:
lo que es complejo para mí, es sencillo para alguien más.
Un techo de complejidad es una debilidad del líder o de la empresa que impide que llevemos a la empresa a su siguiente nivel.
Tal vez el problema más serio es que existe la creencia de que un techo de complejidad (debilidades de la empresa o del líder) es culpa de alguien. Eso provoca que se oculten o defiendan, pues se piensa que se está atacando a una persona y no a un problema.
Existen tres actitudes que facilitan el proceso de desactivar estas barreras:
Para un plan permanente de lucha contra los techos de complejidad, el liderazgo de la empresa deberá: