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Transformación empresarial
Los 4 trajes del liderazgo
Los Cuatro Trajes del Liderazgo.
La caja de herramientas de un líder.
Héctor Benítez
TODO PARTE DE TU CONCEPTO DE LIDERAZGO.
En mi experiencia enseñando acerca del tema, hay dos cuestiones que surgen normalmente:
1. ¿Un líder nace o se hace?
2. ¿Existen estilos personales de liderazgo?
Las dos preguntas tienen mucha relevancia, pues pueden limitar las posibilidades de efectividad de alguien, si no se aclaran perfectamente.
Primero. Es importante responder que un líder se hace (habilidad que se desarrolla) aunque algunos ya nacen siéndolo (talento innato). El liderazgo es algo que podemos aprender.
Segundo. Una diferenciación útil para entender y dominar el arte del liderazgo, es entre tipos de liderazgo, que son siete y que cada persona tiene uno dominante; y tareas de liderazgo, que son cuatro y que todos debemos desarrollar y aplicar, dependiendo de la situación que se enfrenta. A estas tareas les llamamos “los cuatro trajes del liderazgo”.
LOS SIETE TIPOS DE LIDERAZGO.
1. Liderazgo autocrático (Le gusta tener el control)
2. Liderazgo carismático (Tiene la virtud de influir e inspirar)
3. Liderazgo transformacional (Puede liderar desde lejos)
4. Liderazgo del laissez-faire (Sabe delegar actividades)
5. Liderazgo transaccional (Recompensa cuando hay buenos resultados)
6. Liderazgo de apoyo (Promueve la mejora continua)
7. Liderazgo democrático (Creen en la participación igualitaria)
LOS CUATRO TRAJES DEL LIDERAZGO.
1. Jefe (mandar, encuadrar, imponer)
2. Vendedor (convencer, persuadir, invitar)
3. Coach (ayudar, empoderar, preguntar)
4. Fantasma (liberar, apoyar, estar al pendiente)
Del número de trajes que tengamos en el armario dependerá los eventos a los cuales podamos asistir. Si sólo tengo un traje informal, tal vez no pueda asistir a una cena de gala. Si, por el contrario, tengo nada más un traje negro, me veré fuera de lugar en una comida campestre.
De igual manera, cada uno de nosotros ha desarrollado una de los cuatro trajes y descuidado los otros, haciéndonos poco efectivos en la gestión de las situaciones que enfrentamos.
Por ejemplo, si somos proclives a ordenar siempre, seremos muy efectivos en arrancar tareas, asegurar resultados PERO tendemos a causar desánimo o indiferencia en la gente si siempre les estamos diciendo qué deben hacer (micro-management).
Todos tenemos un estilo preferido, que es el que normalmente usamos, un estilo de rechazo, que no nos gusta o “no se nos da” y que, cuando la ocasión lo requiere, solemos evitarla y un estilo recurrente, que es el que más ocupa el puesto que tenemos.
PLAN DE ACCIÓN.
Para un desarrollo de nuestra efectividad como líderes, sugiero:
1. Dominar el concepto de las cuatro tareas o trajes: analiza cuándo son efectivas y cuándo son contraproducentes.
2. Detecta cuál dominas, cuál rechazas y cuál requieres.
3. Desarrolla estrategias que te ayuden a mejorar tu desempeño, en especial cuando no te gusta lo que tienes que hacer.