Transformación empresarial

La diferencia que hace la diferencia

La diferencia que hace la diferencia.

Regañar o retroalimentar: esa es la diferencia.


No hay confusión más dañina que regañar a alguien, pensando que lo estamos retroalimentando. Regañar es un atentado a la dignidad humana y comunica un mensaje de superioridad. Por otro lado, retroalimentar parte de la premisa que estamos hablando con adultos con un problema externo y mejorable de trabajo. Lo primero puede generar resentimiento, lo último, compromiso.

Pero, ¿Cómo debemos retroalimentar?

En su extraordinario libro El Ejecutivo al Minuto, Keneth Blanchard nos enseña los tres pasos para hacer de la retroalimentación el arma más poderosa de crecimiento personal y empresarial.

Comienza con enseñarnos como establecer objetivos claros y realistas. Esa es la base de la retroalimentación. La segunda técnica, que se espera sea la que más utilicemos, es saber dar reconocimientos al minuto: aprobaciones sencillas pero muy efectivas. Y si ha ocurrido alguna desviación, nos muestra la manera más efectiva de hacerlo ver sin menoscabar la dignidad pero sin ignorar la falla.

Aquí va un pequeño resumen de sus lecciones.


RETROALIMENTACIÓN.

Tomado del libro: “El Ejecutivo al Minuto” de Ken Blanchard

Una previsión de Objetivos de un Minuto consiste simplemente en:

  1. Concretar sus objetivos.
  2. Prever los medios para su mejor realización práctica.
  3. Escribir cada uno de sus objetivos en una sola hoja de papel si emplear más de doscientas cincuenta palabras.
  4. Leer y releer cada objetivo, lo que solo requerirá un minuto cada vez que lo haga.
  5. Durante el día, dedicar de vez en cuando un minuto a observar cómo marcha su tarea.
  6. Cerciorarse de que la realización práctica de su tarea concuerda con su objetivo.

Los Elogios de un Minuto dan resultado cuando usted:

  1. Dice sin rodeos a los miembros del personal que les dará su opinión sobre la marcha de trabajo.
  2. Les elogia inmediatamente cuando lo merecen.
  3. Les dice, con toda concreción, lo que han hecho bien.
  4. Les comunica su satisfacción por la excelente labor que han hecho, y le explica de qué manera esto beneficia a la organización y a las demás personas que trabajan en ella.
  5. Se detiene y guarda un momento de silencio para que «noten» lo satisfecho que se siente usted.
  6. Les anima a seguir procediendo del mismo modo.
  7. Les estrecha la mano y les da unas palmadas en la espalda para que quede bien claro que usted apoya el éxito de esas personas en la organización.

Las Reprimendas de un Minuto dan buen resultado cuando usted dice de antemano a los miembros del personal que les hará saber claramente si trabajan bien o mal.

PRIMERA PARTE:

  1. Los reprende inmediatamente.
  2. Les dice, en concreto, qué es lo que han hecho mal.
  3. Les comunica lo que piensa, en términos inequívocos, sobre lo que han hecho mal.
  4. Se detiene y guarda unos segundos de incómodo silencio para que noten lo insatisfecho que se siente usted.

SEGUNDA PARTE:

1.     Les da la mano, y alguna palmada en la espalda, para que se den perfectamente cuenta de que usted se halla honestamente al lado de ellos.

2.     Les recuerda la gran estima en que los tiene.

3.     Reafirma que los tiene en buen concepto, pero que en este caso no puede elogiar su trabajo.

4.     Da a entender que cuando la reprimenda se acabó, se acabó.


Aplica estas técnicas en tu ambiente laboral y sé la diferencia que hace la diferencia entre un regaño y la retroalimentación que impulsará la mejora en tu empresa.