Transformación empresarial

El camino del liderazgo

  

Por Héctor Benitez


¿Te suenan estas afirmaciones?


“Todo estaría bien si mi gente hiciera lo que tiene que hacer. Pero hay que estarlos ‘arriando’ y vigilando porque si no, sólo pierden el tiempo.”
“Aquí en México, la gente empieza muy bien cuando se le contrata. Tan pronto adquieren la planta, cambian y se aprovechan de uno.”
“Si no te parece, vete. Hay 100 personas que quieren tu puesto”
“El problema es la gente que…”

¿En serio? ¿Todos? ¿Siempre? ¿No será tu liderazgo (o falta de él)?

Cuando investigamos el tema del liderazgo, nos enfrentamos al gran reto de definir, funcionalmente, qué significa ser líder. Lo primero que hay que decir es que:

El liderazgo no es un QUÉ sino un CÓMO 

No es un título o un puesto. Es una manera de hacer las cosas que obtiene lo mejor de nuestra gente y produce resultados extraordinarios.


EL CAMINO MENOS TRANSITADO

Empecemos con una pregunta: cuando deseas que algo pase en tu negocio o empresa, ¿qué camino sueles seguir?

  1. El camino del puesto: “porque soy tu jefe”
  2. El camino del poder: “hazlo o si no…”
  3. El camino de la amistad: “como cuates, hazlo ya”
  4. El camino del chantaje: “Si lo haces, yo…”
  5. El camino de la zanahoria y el garrote: (premios y castigos)
  6. El camino del liderazgo: “Esto ayuda a lograr nuestros objetivos”

Analiza esto: quitando la opción 6, ¿qué camino es el que más transitas? ¿por qué? ¿qué resultados te ha dado?

Más importante: ¿importa el camino si el resultado es el mismo? ¿por qué?


EL DESAFÍO DEL LIDERAZGO

De todos los caminos, sin duda, el más efectivo es el camino del liderazgo. 

¿Por qué, entonces, no lo escogemos?

Por su costo. Porque un líder genera compromiso y hace que su equipo involucre toda su personalidad en el proceso. Requiere un cambio en nosotros en nuestros paradigmas, en nuestras conductas y en nuestras formas.

Tiene que ver con la manera que percibimos a los demás 

Stephen R. Covey define el liderazgo como “el desafío de comunicar a la gente su valía y su potencial tan claramente que ellos lo puedan ver en sí mismos.” Para eso, es necesario que nosotros genuinamente lo veamos primero. 

Existen tres formas de ver a nuestros colaboradores:

  1. “La gente es mala” Por lo tanto, hay que vigilarla.
  2. “La gente es tonta” Por lo tanto, hay que decirles.
  3. “La gente es buena” Por lo tanto, hay que aprovecharlas.

Seguramente no usas palabras como “mala” o “tonta”, pero, ¿qué reflejan tus actitudes y tus acciones? 

Importante: Nosotros reaccionamos a como sentimos que nos tratan, no a palabras. Es cuestión de claridad. 

Los 4 preguntas del líder

Un líder adquiere gran influencia cuando tiene claro cuatro cosas:

  1. QUÉ se tiene que hacer.
  2. CÓMO debe hacerse.
  3. POR QUÉ se debe hacer. 
  4. Cuál es el PERO y cómo desactivarlo.

No solo se debe tener claridad, también sencillez. Si no lo puedes explicar “en una servilleta” es que no está claro para ti.

Las conductas del liderazgo 

El círculo virtuoso del liderazgo es así: nos conducimos de cierta manera, la gente entonces nos ve como líderes, actuamos como líderes, la gente genera conductas que producen resultados, esto confirma nuestro liderazgo…

Cuando hablamos de conductas, nos referimos a tres cosas:

  1. Una manera de ser ética.
  2. Un trato respetuoso.
  3. Un apoyo y retroalimentación efectivo.

PLAN DE ACCIÓN

El Camino del Liderazgo tiene cinco carriles. Proponte trabajar cada día en cada uno de ellos:

Un líder debe ser:

  1. Ético. ¿Tengo definido mis no-negociables?
  2. Experto. ¿Qué más puedo aprender de lo que hago?
  3. Empático. ¿Escucho o solo oigo?
  4. Efectivo. ¿Qué tengo pendiente de lograr?
  5. Entusiasta. ¿Estoy emocionado y contagio esa emoción?